El peso final no debe superar el 10% de nuestro peso corporal. Y en ningún caso debe exceder los 10 kilos, incluyendo el peso del agua.
-Lo mejor es NO comprar una mochila muy grande. Con uno de 30-40 litros basta. Cuando más grande tienes la mochila mas grande es la tentación de llenarla. 🙂
Además, a lo largo de Camino vas a encontrar todo tipo de establecimientos donde puedes comprar todo aquello que te sea necesario.
Este es un factor importante para evitar tanto la acumulación del cansancio como la excesiva carga en la espalda y los hombros!
Para una correcta sujeción,:
Con eso evitamos dolores de espalda y de nuca y las rozaduras.
Mis consejos son para ayudar a la gente quien lo cree necesario. Luego ya cada uno es libre de aprender de sus propios errores. Si quieres cargar tu espalda llevando 20 kilos es tu decisión, como si quieres llevar el carrito de la compra en lugar de una mochila.
O un zurrón y una bota de vino (llena si es posible).
Como aquel peregrino extremeño de quien siempre me acordaré, un día, quejando del peso de la mochila y de tener hambre de repente exclamó:
-“¡La próxima vez que haga el Camino no voy a traer ni mochila ni na´!
Sino un buen jamón, de pata negra y un cuchillo para poder cortarlo.”
Yo le repliqué: -“Pero compañero, el jamón tiene sus kilos, también pesa.”
Él me contestó: -“También pesa la mochila y no se come.”
¿Quién se atreve a discutirlo?