Cocido maragato - Platos en el Camino

El cocido maragato es el plato típico de la tierra de la Maragatería, León, y en concreto de Castrillo de los Polvazares.
Castrillo de los Polvazares es una localidad que pertenece a municipio de Astorga y es la primera parada del Camino tras su paso por dicha cuidad en la ruta francesa y de la Plata.

Los habitantes de Castrillo fueron tradicionalmente arrieros maragatos. Estos comerciantes traficaban con vinos, pescados, y muchos otros bienes entre Galicia y Madrid, principalmente ya que se encuentran en el medio del camino.

Sus casas, llamadas “casas arrieras”, están estructuradas en función de esa actividad, existiendo grandes puertas para el paso de carros, patios interiores que son el centro de organización de la casa, cuadras, y algunas grandes bodegas.
El Cocido Maragato  es un estofado cocinado lentamente que consta de tres vuelcos: la sopa, garbanzos con verduras y siete variedades de carnes. Como por ejemplo: El chorizo de fiesta, el morro de cerdo y la oreja de cerdo es lo más frecuente junto con paletilla, huesos de sustancia, gallina, tocino, carne de vaca, cecina, pizpierno, costilla de vaca, morcillo.
Se caracteriza principalmente de que desde la época de los pueblos maragatos arrieros, es costumbre comer el cocido al revés: es decir, comenzando por la carne y terminando por la sopa. Esa rareza se explica de muchas formas:
“Cuando los maragatos, recorrían las tierras de España como arrieros, llevaban entre los utensilios necesarios para sus largos desplazamientos, una fiambrera circular de madera con su tapa también de madera, donde guardaban en ella porciones de carne de cerdo cocida, que se conservaba fresca cierto tiempo. Al llegar a las posadas o mesones comían primero lo que ellos llevaban en las fiambreras de madera, por supuesto alimentos fríos, y para terminar y “entonar” sus estómagos pedían al mesonero o al posadero una sopa o caldo caliente.”
Así es como lo explican las personas mayores de los pueblos maragatos arrieros, que lo vieron comer en ese orden a sus padres y a sus abuelos cuando regresaban de los largos viajes, introduciendo así en sus familias la costumbre de comer el cocido maragato al revés.
Aunque circula una leyenda la que se cuenta que cuando los franceses andaban por estas tierras en el siglo XIX, ante una inminente batalla optaron por degustar primero la carne y después por último, si les daba tiempo la sopa, ya que era preferible que sobrasen la sopa y los garbanzos, que las preciadas carnes.
O simplemente como dice la gente mayor: «Si sobra algo que sobre el caldo. » 🙂

La receta

Ingredientes:

300 gr. de morcillo de cabrito
Media gallina
300 gr. de lacón
Una oreja, un pie y un trozo de morro de cerdo, troceados
250 gr. de cecina
Chorizo
1/2 Kg. de garbanzos
Medio repollo
1/2 Kg. de patatas
Dos dientes de ajo
100 gr. de fideos
Aceite de oliva, sal

Preparación:

En una olla, se introducen, con abundante agua hirviendo, las carnes y los embutidos, al cabo de unos 15 min. se desespuma y se agregan los garbanzos envueltos en una gasa, se tapa y se deja cocer durante unas 4 horas a fuego suave. En otra olla, se cuece el repollo troceado con las patatas, agregando el lacón cuando le falten 7 u 8 minutos, se escurren y se sofríen 2 ajos en láminas, cuando estén dorados se separa del fuego y se añade un poco de pimentón y se echa por encima. Aparte, se cuece el trozo de cecina y se escurre. Cuando le falten unos 10 minutos al cocido, se incorpora la cecina. Se sacan los garbanzos en una fuente y las carnes y embutidos en otra, con el caldo se hace una sopa añadiendo fideos y cociendo durante 10 min. se deja reposar (tiene que quedar espesa). En la mesa, se comienza sirviendo las carnes, embutidos y cecina, una vez terminado se continúa con los garbanzos, el repollo y las patatas, y por último, la sopa.
Para rematar sirven natillas.

Buen Camino!