¡¡¡¡¡Ampollas!!!!! - Desafíos del Peregrino

Uno de los grandes desafíos en el Camino son las ampollas.
Después de andar varios kilómetros sobre todo durante días y días, la piel del pie lo resiente.
Es aconsejable tener un especial cuidado para con los pies ya que del estado de los mismos depende mucho hasta qué punto vamos a disfrutar la peregrinación.

He aquí unos consejos para evitar que te salgan las ampollas:

Nunca empezar el Camino con zapatos nuevos, sin estrenar!

-Utilizar un calzado cómodo y bien adaptado al pie.

-Llevar siempre limpios y secos los pies y no andar con calcetines húmedos.
Sobre todo en verano, o cuando llueve, cada parada o ocasión aprovechad para quitar las botas y airear los pies, secar los calcetines.

-Antes de empezar la caminata,  aplicar vaselina entre los dedos de los pies para que se deslicen con suavidad.

No es conveniente ducharse antes de empezar a andar,especialmente con agua caliente o durante mucho tiempo, ya que la piel se queda más débil y es más fácil que salgan ampolla

-Una buena idea es aplicar en los pies alcohol de romero, que fortalece la piel.

Utilizar dos pares de calcetines, para que rocen entre ellos y evitar así que lo hagan contra la piel. El de dentro, más fino, que no sea de fibra y que esté del revés con las costuras hacia fuera. A mí personalmente eso me ha funcionado bastante bien.   😀 

Consejos si ya te han salido las ampollas:

-Cuando lleguemos al albergue si podemos poner los pies en agua con sal con un chorro de vinagre esto ayuda a desinfectar y secar ampollas.

-Es mejor drenar las ampollas antes que te exploten solos

Tener a mano aguja de coser quemarla para desinfectarla la enhebramos y la pasamos a través de la ampolla dos veces en forma de cruz (sin miedo ya que la piel de la ampolla ya no duele) dejando un par de centímetros del hilo por ambos lados de la ampolla para que drene.
Ponerle encima una gasa con desinfectante, hasta el día siguiente ya que así se secará y luego tapar con un apósito (compeed) para que no duela, el apósito actúa como una segunda piel.
Si tenemos la necesidad de drenar ampollas caminando, hacerlo y tapar con el apósito esto nos evitará pasar dolor.

Y por último:

Es aconsejable pisar las ampollas para evitar males mayores.
Los primeros treinta pasos son como andar sobre agujas pero luego el dolor va pasando
(Hasta que haces una parada, descansas y vuelves a andar.)
Pero si no andas bien, no las pisas, vas cojeando etc. lo que vas a lograr es provocar dolores peores en las rodillas o en la cadera, hasta tendinitis.

Buen Camino!